El primer viaje de Spike Lee, la bienvenida de Michael Jordan a los recién llegados y más del Salón de la Fama del baloncesto

Por BRIAN MAHONEYA

SPRINGFIELD, Massachusetts, EE.UU. (AP) — Spike Lee recibió una foto con Larry Bird y una falta técnica de un árbitro del Salón de la Fama.

No fue un mal primer viaje a la cuna del baloncesto para recibir un honor que no sabía que existía.

El cineasta fue incluido en la galería de superfanáticos del Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial . Había estado en el Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown, Nueva York, y había prestado algunos artículos al de baloncesto, pero nunca llegó hasta que le dijeron que lo homenajeaban por su pasión por los New York Knicks .

“Pero la cuestión es que ni siquiera sabía que existía esto”, dijo Lee. “Así que fue una sorpresa total cuando recibí la llamada telefónica”.

Lee se unió a Jack Nicholson, al empresario de Filadelfia Alan Horwitz y a Billy Crystal entre los nuevos miembros de este año. Durante una ceremonia celebrada unas horas antes de que se consagrara la clase de 2024 , Crystal, un aficionado de los Clippers, le dijo a Lee que ya está en el Salón de la Fama.Anuncio

«Yo también estoy en Cooperstown, ¿sabes? Pusieron mi película en el archivo cinematográfico, ’61(asterisco) ‘», dijo Crystal, refiriéndose a la película que dirigió sobre la persecución de jonrones de 1961 entre Roger Maris y Mickey Mantle de los Yankees.

Vestido con el color naranja de los Knicks durante todo el fin de semana y diciéndole a todo aquel que quisiera escucharlo que este es su año, Lee dijo que disfrutó poder interactuar con personas con las que ha estado hablando durante tanto tiempo desde su asiento de primera fila en el Madison Square Garden.

“Me pude sacar una foto con Larry Bird, de pie entre Larry y Artis Gilmore”, dijo Lee. “Tuve una discusión falsa con Dick Bavetta. Me gritó ‘T’ y sacó un silbato de su bolsillo y lo hizo sonar. Dick Bavetta y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Él también es de Brooklyn, así que nos recibimos con cariño, pero fue genial ver a todos estos muchachos. Los veo en acción sentados en la cancha”.

Recuerdos de Michael

Vince Carter estaba en una sala llena de miembros del Salón de la Fama cuando se encontró con uno vestido con lo que parecía ser el familiar tono azul Tar Heel.

“¡Felicitaciones, perro!”, dijo Michael Jordan , poniéndose de pie para estrecharle la mano el sábado por la noche antes de preguntarle a Carter cómo estaba mientras se abrazaban.

Luego Carter presentó a su familia a Jordan, quien fue incluido en el Salón de la Fama 15 años antes.

Al principio de su carrera, Carter fue comparado con Jordan. También había jugado en Carolina del Norte, ganó un concurso de mates y rápidamente se convirtió en el productor nocturno de los mejores momentos de la NBA y en un All-Star perenne. Fue durante uno de esos juegos de las estrellas, en 2003, cuando Carter le cedió su puesto de titular en la Conferencia Este a Jordan, para que el seis veces campeón pudiera ser titular en su último Juego de las Estrellas.

Jordan también le dio un cálido abrazo a Doug Collins, quien lo entrenó tanto en Chicago como en Washington.

—¡Sé que les dijo un montón de mentiras! —le dijo Jordan al grupo que los rodeaba, mientras le daba unas palmaditas en el estómago a Collins.

En realidad, la historia que Collins contó sobre Jordan durante su discurso de inducción parece ser cierta.

Fue su primer partido como entrenador de los Bulls. Collins dijo que había estado masticando chicle nerviosamente mientras su equipo jugaba contra los New York Knicks y que cuando pidió un tiempo muerto en el último momento, se le había manchado los labios con el chicle.

“Estaba empapado de sudor y me dolía la cabeza, así que empecé a mirar hacia arriba y vi una mano negra que se extendía así”, dijo Collins, imitando a Jordan. “Me dijo: ‘Entrenador, toma un trago de esa agua, límpiate esa (cosa) de la boca. No voy a dejar que pierdas tu primer partido’”.

Collins dijo que los Bulls ganaron y Jordan anotó 50. Y, de hecho, Chicago venció a Nueva York 108-103 el 1 de noviembre de 1986, gracias a 50 puntos de Jordan.

La hora del cuento

Collins llevaba unos 25 minutos de un discurso que duraría casi media hora cuando mencionó la importancia de contar historias al transmitir partidos. Ese fue el consejo que le dio Dick Ebersol cuando se unió a la NBC.

Collins seguro contó muchas historias.

Tenía mucho que cubrir mientras era incluido como colaborador, desde sus cuatro apariciones en el Juego de las Estrellas como jugador de los 76ers, sus recuerdos de jugar en la derrota de EE. UU. en el controvertido juego por la medalla de oro olímpica de 1972, sus dos períodos como entrenador y su tiempo en televisión.

Pero ya había durado lo suficiente para los organizadores del evento. Un reloj dentro del Symphony Hall marcaba: ¡¡ …

Collins dijo que se sentía como el ex entrenador de North Carolina State, Jim Valvano, quien durante su famoso discurso en los ESPY, mientras se estaba muriendo de cáncer, se negó a que lo sacaran rápidamente del escenario.

“¿Me importa esa luz roja? ¿Estás bromeando?”, dijo Collins.

Cuando finalmente terminó, lo siguió el ex entrenador de Wisconsin, Bo Ryan, quien inmediatamente dejó en claro que no sería Collins.

«No soy un contador de historias», comenzó. «Tengo ex jugadores que están haciendo cálculos sobre cuántos minutos voy a jugar».

¡Guau, WNBA!

Michele Timms jugó en la temporada inaugural de la WNBA, una de las jugadoras originales elegidas por las Phoenix Mercury. Eso fue en 1997, por lo que, por supuesto, el juego ahora es diferente.

Pero ella está sorprendida por lo diferente que es.

“¡Guau!”, dijo el australiano. “¡Estoy orgulloso!”.

La asistencia aumentó casi un 44% con respecto a la temporada pasada, con 37 partidos de la WNBA en la temporada regular que atrajeron a multitudes de al menos 16.000 personas. Seis socios de televisión de la liga diferentes establecieron récords de audiencia este año por su partido de la WNBA con mayor audiencia.

Gran parte de esto se debió a la popularidad de la Novata del Año Caitlin Clark . Timms, que anima a su equipo Mercury y apoya al New York Liberty, entrenado por su amigo Sandy Brondello, es fanático.

“No se puede hablar de la WNBA a menos que se hable de Caitlin Clark, y ella es absolutamente fenomenal”, dijo Timms. “Quiero decir, soy una chica de Phoenix y me encanta Phoenix y me encanta Nueva York, bueno, no me encantan, me gusta Nueva York, pero he visto todos los partidos de Indiana esta temporada y es un momento emocionante en el baloncesto femenino y ha crecido y evolucionado desde mi época”.

Las Liberty y las Minnesota Lynx están empatadas 1-1 en las Finales de la WNBA . Seimone Augustus ayudó a las Lynx a ganar cuatro campeonatos mientras jugaba entre 2006 y 2020. Ella ve el crecimiento desde entonces, los futuros equipos que llegarán a Golden State, Portland y Toronto, y dijo que no podría pedir mucho más de lo que se ha convertido la liga.

«Para ser honesto, han cumplido con muchas cosas que me hubiera gustado tener cuando jugaba. Obviamente, vuelos chárter, aumento de sueldo, cuidar a las madres en nuestra liga», dijo Augustus.

“Lo que quiero decir es que debemos seguir avanzando en esa dirección y poner a estas jovencitas en lugares en los que no hemos estado y poder usar sus voces de maneras en las que nunca hemos podido hacerlo”.