Mujeres rurales enfrentan limitaciones en acceso a financiamiento
Invertir en las féminas generaría rentabilidad, contribuiría a la creación de empleos y al crecimiento de la economía, según experto
by Raileny Alvarado
El 80% de los alimentos que llegan a las mesas en todo el mundo son producidos o gestionados por mujeres rurales, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Sin embargo, a pesar de su contribución al sector agropecuario, las mujeres rurales enfrentan barreras que limitan su acceso a recursos básicos como financiamiento y tierra.
Yndira Mejía, directora de la Oficina Sectorial Agropecuaria de la Mujer (OSAM), subrayó que, aunque el 15.5% de los agricultores en República Dominicana son mujeres, muchas no pueden acceder a créditos debido a la falta de títulos de propiedad.
“El problema no es la oferta de préstamos; es el acceso. Muchas de nuestras mujeres no pueden acceder al financiamiento porque no tienen los títulos de tierra”, afirmó. Esta barrera histórica, explicó Mejía, es un reflejo de una sociedad que ha excluido a las mujeres rurales de mecanismos fundamentales para su desarrollo económico.
Durante la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural, en el Ministerio de Agricultura, Mejía sostuvo que, aunque ha habido avances normativos en términos de derechos para las mujeres productoras, sigue existiendo un gran desconocimiento sobre los marcos legales que las protegen. “Vivimos en una sociedad androcéntrica, y muchas de nuestras mujeres no saben cómo acceder a las ayudas legales que podrían mejorar su situación”, advirtió.
Bernardo Adán de la Cruz, encargado de capacitación y empoderamiento económico de la OSAM, señaló que, si las mujeres rurales tuvieran acceso equitativo a los recursos productivos, el impacto sería mayor, no solo para ellas, sino para la economía nacional.
“La FAO decía hace 13 años que, si las mujeres tuvieran el mismo acceso productivo que los hombres, la producción agropecuaria aumentaría lo suficiente para alimentar a 150 millones de personas más”, destacó.
Con relación a República Dominicana, propuso una inversión de RD$500 millones destinada específicamente a mujeres productoras agropecuarias. Según sus cálculos, esa inversión podría generar un retorno de RD$1,200 millones, lo que representa un aumento del 140%. “Invertir en mujeres no solo generaría rentabilidad, sino que también contribuiría a la creación de empleos indirectos y al crecimiento exponencial de la economía agropecuaria”, explicó.
De la Cruz aseguró que la participación de las mujeres en el sector agropecuario es esencial no solo para el desarrollo rural, sino también para la sostenibilidad a largo plazo. “Sin la inclusión de las mujeres productoras, no se alcanzará el desarrollo ni la seguridad alimentaria que proclaman los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030”, afirmó. Según él, es fundamental que las políticas públicas incluyan a las mujeres en los presupuestos y en la toma de decisiones.
Por su parte, Estania Alcántara, líder rural de Monte Plata, enfatizó que las mujeres rurales no solo cultivan la tierra y cuidan el ganado, sino que también gestionan los recursos naturales y transforman los productos para su venta o consumo. “Nosotras lideramos la economía en nuestros hogares, aseguramos que haya comida en la mesa y preservamos tradiciones que nos conectan con nuestra tierra y nuestros ancestros”, declaró.
A pesar de su papel crucial, las mujeres rurales continúan enfrentando desafíos que les impiden acceder a los mismos derechos que sus pares masculinos. Entre las principales barreras, Alcántara destacó la falta de acceso a préstamos y la marginación en los espacios de toma de decisiones.
“La mayoría de las mujeres en mi comunidad son productoras de cerdo, pero los intermediarios se llevan gran parte de nuestras ganancias. Por eso creamos una suplidora de carne, para vender directamente a pequeños comedores y supermercados”, agregó.