Reforma fiscal y del Estado: Clave para la competitividad y crecimiento sostenible en RD
Un plan estratégico para liberar miles de millones y garantizar el futuro de todos los dominicanos
PorPablo Ulloa
I. Introducción: El cambio que nos llevará al futuro
Imagina una República Dominicana donde cada peso invertido retorne en servicios públicos de calidad, donde el crecimiento económico se sienta en cada hogar y las oportunidades lleguen a todos. Este es el futuro que podemos construir si tomamos decisiones audaces y atacamos los problemas que frenan nuestro progreso.
Hoy, nuestra recaudación tributaria se encuentra en un 13.9% del PIB, muy por debajo del 18% del PIB que necesitan economías similares en la región. Evasión y elusión fiscal, exoneraciones fiscales injustificadas, una estructura tributaria ineficiente y una economía informal son los factores que explican por qué se esfuman miles de millones de pesos que deberían estar impulsando el desarrollo.
Mi propuesta busca cambiar esta realidad. Cerrando vacíos legales, aumentando la fiscalización y formalizando nuestra economía, la República Dominicana puede generar más de RD$240,000 millones adicionales al año, lo que representa un aumento total del 4.4% del PIB. Este es el cambio que necesitamos para asegurar un futuro más justo y próspero.
II. Las causas ocultas del estancamiento: Lo que nadie está abordando
1. Evasión y elusión fiscal: El costo oculto que todos pagamos
Cada año, miles de millones de pesos se esfuman por la evasión y la elusión fiscal. ¿Cuánto más podríamos avanzar como país si recuperamos ese 4% del PIB que se pierde en estos agujeros fiscales? Solo en evasión del ITBIS, se pierden RD$75,000 millones anuales, según la DGII. La implementación de la factura electrónica y auditorías más precisas, como en México, podría reducir estas pérdidas en un 30%, inyectando recursos directamente al desarrollo del país.
2. Exoneraciones fiscales injustificadas: Un sistema que ya no funciona
Exoneraciones fiscales, que alguna vez fueron necesarias, ahora benefician a sectores que ya no las requieren. ¿Por qué seguir premiando a quienes no lo necesitan? Un estudio de la Cepal revela que las exoneraciones fiscales en la República Dominicana cuestan más del 3% del PIB. Reformar este sistema permitirá redirigir RD$40,000 millones a áreas que realmente importan, como educación, salud y vivienda, contribuyendo al bienestar de todos.
3. La trampa de los impuestos indirectos: Pagamos más, recibimos menos
Los impuestos indirectos, como el ITBIS, penalizan más a quienes menos tienen. Según el Banco Mundial, la carga fiscal sobre los sectores más vulnerables es desproporcionada. Al implementar un sistema tributario progresivo, similar al de Uruguay, podemos asegurar una distribución más equitativa de la carga fiscal y aumentar la recaudación en hasta 1% del PIB, fortaleciendo nuestra economía sin comprometer el consumo.
4. Economía informal: Un desafío que debe convertirse en oportunidad
El 60% de la economía dominicana opera en la informalidad, dejando a millones de trabajadores fuera del sistema. Con el Monotributo, podemos cambiar esta realidad, integrando a miles de pequeños empresarios y trabajadores informales. Esto no solo generaría RD$25,000 millones adicionales en ingresos fiscales, sino que otorgaría a estos trabajadores acceso a la seguridad social y la dignidad que merecen. Esta es una transformación social, no solo económica.
III. Eliminación de la deuda cuasi fiscal: La solución que liberará al Estado
La deuda cuasi fiscal del Banco Central sigue ahogando las finanzas del Estado, con intereses que ascienden a más de RD$40,000 millones anuales. ¿Por qué seguir pagando este costo cuando podríamos destinar estos recursos a infraestructura, educación y oportunidades? Al transferir esta deuda al Ministerio de Hacienda y consolidar la emisión bajo un solo emisor de deuda soberana, liberaremos un 1% del PIB, equivalente a RD$30,000 millones anuales, que finalmente podrán ser utilizados para lo que el país necesita.
Ejemplo internacional: Chile y la unificación de la deuda soberana
En los años 90, Chile unificó su deuda bajo una sola entidad emisora, lo que permitió al país ahorrar más del 2% del PIB en costos de intereses y aumentar la inversión en infraestructura en un 15% en una década. Siguiendo este ejemplo, la República Dominicana puede reducir sus costos de deuda y liberar recursos para el desarrollo.
IV. Reforma estructural: Un llamado al diálogo para garantizar el bienestar de todos
Este es el momento para actuar de manera integral. No podemos quedarnos solo con la reforma fiscal. Necesitamos convocar un diálogo nacional que incluya reformas en la seguridad social y en el mercado laboral, para que cada dominicano tenga acceso a empleos formales, seguros y bien remunerados.
La OIT subraya que una reforma laboral que promueva la creación de empleos formales, junto con una reforma en la seguridad social, no solo fortalecería la economía, sino que proporcionaría a los ciudadanos la estabilidad que merecen. Esto es más que una reforma fiscal; es la oportunidad de construir un sistema inclusivo que asegure el bienestar de todos.
V. Estonia: Un ejemplo a seguir en la digitalización del Estado
Para ser un Estado moderno, necesitamos aprender de quienes ya lo han hecho. Estonia, con su sistema de gobierno electrónico, ha digitalizado casi todos los procesos gubernamentales, permitiendo a sus ciudadanos registrar empresas, pagar impuestos y acceder a servicios en cuestión de minutos. Este enfoque ha permitido a Estonia ahorrar cerca del 2% de su PIB en costos operativos anuales, según el FMI. Implementar un modelo similar en la República Dominicana no solo reduciría costos, sino que también mejoraría la transparencia y fortalecería la confianza en las instituciones.
VI. Un Estado moderno: Camino hacia el futuro
El Estado moderno es mucho más que una simple administración pública; es el motor que impulsa el desarrollo y la equidad. La digitalización de los procesos estatales no solo reducirá la burocracia, sino que generará un entorno de transparencia y confianza donde cada ciudadano pueda prosperar. El Banco Mundial estima que República Dominicana podría reducir sus costos operativos en un 15%, lo que liberaría hasta RD$60,000 millones anuales para invertir en infraestructura, educación y salud.
VII. Conclusión: El momento es ahora
La reforma fiscal y del Estado no es una opción: es el camino necesario para asegurar el futuro de todos los dominicanos. Con las reformas propuestas, se espera un aumento de la recaudación de RD$240,000 millones anuales, lo que representaría un incremento del 4.4% del PIB. Estas cifras, respaldadas por estudios del BID, la Cepal y el Banco Mundial, son alcanzables con la voluntad política adecuada.
El momento de actuar es ahora. Tenemos la oportunidad de transformar nuestro país en uno más justo, próspero y lleno de oportunidades. Juntos podemos lograrlo.