Familiares de joven ultimado en La Romana denuncian ejecución a manos de agentes del Dicrim

La Romana, R.D. – Familiares del joven Juan Alberto Castro Paredes, abatido a tiros por miembros del Departamento de Investigaciones Criminales (Dicrim), denunciaron que su muerte fue producto de una ejecución y no de un supuesto intercambio de disparos, como alegan los agentes.
El hecho ocurrió el pasado viernes 6 de junio, alrededor de las 11:00 de la mañana, en el Batey Soco de esta provincia, frente a decenas de testigos que aseguran que Castro Paredes fue interceptado por agentes cuando se encontraba al lado de un mini market, próximo al play.

Según la versión de su madre, Dorka Pérez, los agentes llegaron en una yipeta sin identificación oficial y sin mediar palabras abrieron fuego, hiriendo al joven en una pierna, mientras un acompañante logró escapar.

“Mi hijo estaba herido y le gritó a un señor llamado Longo que le avisara a su mamá que la Policía lo llevaba preso, por si le pasaba algo. Se lo llevaron vivo y luego apareció muerto con seis disparos por la espalda”, denunció entre lágrimas la madre del occiso.
Testigos del lugar aseguran que el operativo fue irregular. Uno de los policías actuantes fue identificado como “Guasca”, y se afirma que los agentes no usaban un vehículo oficial ni portaban uniforme, lo que ha generado fuertes cuestionamientos en la comunidad.

Se habla incluso de que las cámaras de vigilancia de la zona captaron el momento en que ocurrió el hecho, pero un testigo clave se habría negado a entregar los videos por temor a represalias. Los familiares alegan que el material fue entregado a una fiscal vinculada a la Policía, lo que siembra aún más dudas sobre la transparencia del proceso.
El caso ha desatado una oleada de indignación en el Batey Soco, donde los moradores aseguran que fue “un asesinato a plena luz del día”. También se ha cuestionado el silencio de las autoridades y el uso del término “intercambio de disparos” para encubrir lo que consideran una ejecución extrajudicial.
“Ya estamos cansados de que esto siga ocurriendo. Aquí no hay justicia para los pobres”, expresó un residente, que prefirió no revelar su nombre por temor.
Los familiares insisten en que se haga justicia y que se esclarezca lo ocurrido con el joven Castro Paredes, quien, según su entorno, no disparó ni portaba armas. La comunidad exige respuestas claras y una investigación independiente que determine la verdad.